Habíamos regresado del callejón de Huaylas Huaraz Ancash- Perú un viernes. Pero la reunión de las misiones estaba pendiente la cual estaba establecido al principio de año sería los viernes después de la Misa. Todos teníamos que llevar una Biblia, un libro de cantos, un cuaderno para anotaciones importantes (como citas bíblicas).
En esa temporada el pueblo no contaba con alumbrado público. Pero la luz funcionaba con un equipo electrógeno, algunas veces hasta las 9.00 de la noche y otras menos tiempo por falta de combustible.
Después de regreso del callejón de Huaylas, cuando retornamos a la hora de la celebración, ya se encontraban personajes desconocidos por el domicilio del prof. Justino León Masa entre las 6.00 y 7.00 p.m. Se escucharon unos gritos (no logre a ver la cantidad de personas pero se encontraba en la puerta del profesor Justino el Alcalde de esa época. Golpeaban la puerta y increpando dijeron: “abre la puerta (…) somos compañeros”. En ese momento, al querer reconocerlo escuche la respuesta del profesor Masa (alcalde) quien con una voz baja contesto en dos ocasiones, con pasos muy apresurados. Estaba camino a la iglesia, en ese momento me alcanzo la hermana Bertha, muy rápidamente llegamos a la parroquia y buscamos a los padres.
Los padres Miguel y Zbigniew celebraron la Misa, pero en ese momento se notaba la entrega infinita a Dios, pero al mismo tiempo se percibía la unidad en el altar, con un espíritu y sentir, muy lentamente partieron el pan y el vino, la paz fue muy emotivo. Creo que todos estábamos angustiados con certeza no sabíamos lo que ocurriría mas adelante.
La hna Bertha se encontraba muy cerca, ella también se veía muy preocupada. En esos momentos estábamos en el frente observando y escuchando.
Lo que sí era verdad que los padres Miguel y Zbigniew no habían cometido ningún delito no había razones para ocultarse, terminada la Misa todos los grupos así como los grupos del coro, catequesis, de misiones, el de animadores se distribuían en los ambientes para las reuniones.
Como habíamos escuchado los gritos de los terroristas en la casa del Alcalde antes del inicio de la misa, me fuí en busca del padre Miguel para solicitarle el permiso y me dijo, que era la última vez que te concedo el permiso pero al mismo tiempo espero que no faltes más adelante.
Y en la salida del pasadizo padre Zbigniew se encontraba sentado curando a una niña que se encontraba con heridas y alguien más ayudaba (una catequista).
Esta niña se encontraba con heridas pase rápidamente. En esos momentos la hermana Lucila perteneciente a las Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús se retiraba a su casa.
Los que habíamos escuchado las expresiones fuertes ya nos encontramos turbados, y salimos rápidamente juntamente con ella en esos momentos al abrir la puerta.
Fue grande nuestra sorpresa, varios hombres cubiertos el rostro se encontraban. Uno de ellos atravesó la puerta con sus pies y escopeta al frente de nosotros. Paso tan rápidamente… Algunos jóvenes ya se encontraban junto a la puerta, nos detuvimos y vimos que despojaron a los padres de algunas pertenecías que tenía, pero no nos imaginamos que lo asesinarían con esa crueldad.
En el transcurso de la parroquia Señor de Mayo y la municipalidad la hermana Bertha acompañó a los Padres dentro de los carros, testigo de las interrogaciones durante el trayecto.
Pero al mismo tiempo los jóvenes que nos encontrábamos en esos instantes deseamos correr detrás de los carros donde se encontraban los Padres. En esos instantes uno de los terroristas nos mostró un bomba casera elaborados en tarros de leche gloria con mechas largas y nos amenazaba lanzarlo. Así se alejó en la oscuridad aproximadamente cerca a las 8.00 de la de noche. Al mismo tiempo nos dimos cuenta que no se dirigieron con dirección a Yautan, mas al contrario se dieron la vuelta por la municipalidad.
Nos encontramos dentro de la parroquia en unos momentos, y escuchamos la voz de la hermana Bertha, advirtiéndonos que estallara una explosivo la cual fue en el salón parroquial. Hubo movimiento sonidos fuertes en los techos y las puertas y nos impresionamos.
Y otro momento importante era la de estar alrededor del altar en media luna. De la mano estábamos rezando con voz muy baja y otros silenciosos, nos encontrábamos turbados y tristes. La noche era una eternidad. No pasaban las horas… Era como si hubiera detenido la noche, en nuestro corazón había mucha preocupación, se percibía tristeza, dolor y entonces todos nos dirigimos hacia la cocina muy despacio unos de los postulantes nos ofreció colchonetas para sentarnos. Pero nadie lo deseaba tampoco descansar. En esos momentos había salido unos jóvenes camino a Callima, y atravesar el rio para llegar al Pueblo Viejo. Cuando retornaron no nos quisieron dar la noticia, pero las lágrimas de la hermana Bertha auguraba que había pasado algo malo.
Después de algunos horas la hermana Bertha salió a dar conocimiento al monseñor, o llamar por teléfono. Todos estábamos de acuerdo no exponerla a la hermana Bertha de que fuera reconocido por (sendero-terroristas).
Al amanecer doblaban las campanas, y toda la gente se dirigía a Pueblo Viejo, el lugar donde había dejado a los padres Miguel y Zbigniew asesinados. Se notaba la tortura de sus rostros… Nuestra primera impresión fue no creer. Estábamos en el lugar de los hechos con una impresión fuerte. Vimos a los jóvenes de ese entonces. Vimos que nuestro Pastor de la diosecis se encontraba de rodillas con lágrimas en los ojos. A pocas horas trasladaron a los padres a la ciudad de Casma para la autopsia de ley.
Con una crueldad única nos había despojado a dos hermanos en la fe y todo el funeral fue penoso. El último día padre Miguel Angel de rgentina celebró la última oración con las personas que nos encontramos cercanos y comentaba que los padres ya están junto a Jesús. Pero guardábamos en nuestros corazones las esperanzas de que fuera asi.
Para seguir con la misión evangelizadora de la cual en el pueblo se percibía hambre de Dios. Nos preguntábamos que será con los jóvenes, niños, ancianos. Ahora quién podrá hablarles de esperanzas, de la misericordia de Dios, amor al prójimo, del perdón, la caridad, la paz; quién nos guiaría a nosotros. Cómo quedaría la catequesis de las familias: mucha gente asombrados miles de preguntas sin respuesta.
Asimismo recalcar el trabajo la armonía de organizar y coordinar con las hnas Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús, juntamente con la superiora hna Nuria el trabajo de ellas también eran valiosas y extraordinarias. Siempre admirábamos la facilidad de acogerse aun hermano pobre los trabajos misioneros para la evangelización de los sectores caseríos. Yel de nuestro pueblo estaría quedando otra vez sin la presencia de pastores y ahora nos tocaría a nosotros como enfrentar a la comunidad cristiana de los diferentes lugares. Era todo un reto así mismo vivíamos todo un misterio la cual se encuentra grabada en lo más profundo de nuestras vidas y lo será eternamente. Es así que hemos coincidido con muchas personas que fue un pasaje real de semana santa, padres miguel y zbignierw consagraron su vida y que vivieron su vocación intensamente con alegria infinita al mismo tiempo transmitiendo con bondad a todos y que observamos con admiración la igualdad la confianza la constante lucha de buscar la armonía con una apertura de alma extraordinario.
Después de la muerte
Los jóvenes que habíamos acompañado a los padres Miguel y Zbigniew en los diferentes trabajos los terroristas de esa época continuaban con sus amenazas que según versiones prepararían emboscadas, contra los jóvenes, y otras personas nos advertían que no continuáramos con las oraciones o las liturgias. Pero seguíamos, conversábamos sobre las preparaciones de los sacramentos, para poder continuar. Todos teníamos la misma idea de permanecer siempre. Más adelante comunicaríamos a padre Estanislao Olbrycht quien era persona de confianza. Nos respondió que no nos preocupemos que en algún momento llegara algún religioso para la celebración de los sacramentos necesarios como Eucaristía y otros.
Con pasos débiles pero cada día unidos nos dábamos fortaleza y orientaciones entre nosotros. Pero al mismo tiempo percibíamos protección, paz; esa fuerza misteriosa para seguir caminado, y al mismo tiempo mostrábamos nuestra devoción. Nos distribuíamos después de cada reunión para el acompañamiento.
Para nuestra sorpresa antes de la Navidad padre Vicente ya se encontraba para la celebración de algunos sacramentos. Las madres de los niños se encontraban acompañandas, compartían con alegría la comunión de sus niños. También se encontraban las religiosas esclavas del Sagrado Corazón de Jesús que visitaban. En otros momentos comparábamos textos bíblicos como la lectura de la primera comunidad cristiana (Hechos Apostólicos).
Continuábamos esforzándonos para seguir caminado lentamente, con la misión evangelizadora en las procesiones de fiestas patronales. La gente nos pedía que dirijamos oraciones de la comunidad, y es así que en silencio antes de iniciar pedíamos a los ya ahora Mártires de la fe y la caridad ( ayúdanos a participar con fe, devoción y valentía). De esa manera iniciábamos la oración comunitaria, pedíamos bendiciones para las familias, protección para los niños. Asimismo la intercesión a nuestra madre la Virgen María, asistíamos a diferentes lugares para rezar. Había muchas familias personas que se acercaban a pedirnos oraciones por los enfermos, y sentíamos el compromiso y la responsabilidad y la cercanía de los padres Miguel y Zbignierw. Eran hermanos, los amigos incondicionales. La mayoría confiaba que todo saldrían bien así mismo se sentía una firmeza de seguir adelante con la misión evangelizadora.
Los errores y las dificultades teníamos que superarlos con esfuerzo. Programábamos los cantos de liturgia, sincronizándolo con fiestas religiosas. Veíamos que muchas personas fallecían durante el año, en algunos de ellos acudimos a dar la comunión en momentos de su enfermedad y recordamos las palabras de Miguel y Zbigniew que siempre solían decir: donde están reunidos dos o tres en mi nombre, allí estoy presente Yo. (Palabras de Jesús-de cita bíblica Mt 18,20 ).
Pero la comunidad de Pariacoto por un corto tiempo no contaría con los hermanos religiosos para administrar los sacramentos. Sin embargo, para nosotros siempre será importante la presencia de ellos para seguir profundizando nuestra fe.
Los jóvenes continuaban en el coro, algunos por el trabajo se encontraban fuera de la ciudad, y del país. Los que nos encontramos muy cerca, seguimos trabajando en la pastoral. Todos los jóvenes nos reuníamos y coordinábamos para transmitir lo que los Padres nos habían instruido, sobre la misión evangelizadora: peregrinar por los sectores, remitiéndonos a los catecismos, o rosarios y todos juntos adecuábamos, para seguir las secuencias de una fiesta patronal. Con dificultades aprendimos a continuar con oraciones dedicadas a la comunidad.
En la actualidad en base a las enseñanzas de los Hermanos mártires Miguel y Zbigniew, como adultos ahora hemos asumido diferentes responsabilidades colaborando en la evangelización, recordando las enseñanzas basadas de las Sagradas Escrituras que nos había transmitido nuestros hermanos Miguel y Zbigniew en cada una de las celebraciones eucarísticas. Amar a Dios libremente, hoy y siempre. Nos sentiremos unidos por la sangre derramada lo cual es un pacto que perdurara eternamente y el testimonio de fidelidad a Dios y actualmente en nuestra parroquia percibimos una paz increíble y una amistad misteriosa que solo Dios conoce.
EVA TORRES VALERO