Biografía de Fr. Zbigniew Strzałkowski OFM Conv.
En el monte de San Martín, a la sombra de unos frondosos tilos, hay una antigua iglesia del santo, de estilo gótico, toda de madera.
A su alrededor, se extiende la aldea de Zawada, distante unos 5 km de la ciudad de Tarnów (en Polonia). Las primeras menciones sobre Tarnów aparecen en un documento del Cardenal Gil, Legado Apostólico en Polonia, en 1125. Dicho documento dice que Tarnów era una de las grandes posesiones de los benedictinos de Tyniec. A comienzos del siglo XIV pasó a depender de los caballeros de Labedziów y más tarde, de los Leliwitas. A partir de 1328, el poblado Wielki i Ma»y Tarnów recibió los derechos urbanos en base a la ley alemana. La aldea más antigua se encontraba en lo que es la actual Zawada, ciñendo la iglesia de San Martín.
La parroquia de San Martín fue fundada por los benedictinos. Se la menciona por primera vez en los registros sampetrinos de los años 1325-1358 como ecclesia de Tarnóv, distinguiendo de la ecclesia de Nova Tarnóv o ecclesia deNova Civitate, nombradas por fuentes eclesiásticas.
Hasta el año 1400, la iglesia de San Martín poseía todos los derechos parroquiales. En ese mismo año, el obispo de Cracovia, Mons. Pedro Wysz, trasladó la sede de la parroquia a la iglesia de la Natividad de Nuestra Señora. En cambio, los emolumentos parroquiales fueron destinados, a petición de Juan Tarnowski, para crear la dignidad del prelado cantor en la colegiata de Tarnów, recientemente erigida. La antigua parroquia de San Martín recibió desde entonces los derechos de la vicaría perpetua. El ministerio pastoral era desempeñado principalmente por un vicario especial, pero con el correr del tiempo se turnaban, para estas tareas, los vicarios de la colegiata de Tarnów. A finales del siglo XVI, la iglesia de San Martín no era más que una capilla para celebrar misas dentro de la parroquia de la colegiata.
El día 12 de mayo de 1966 se celebraban en Zawada los festejos de los 1.000 años del cristianismo en Polonia. Fue elegido este lugar, precisamente, por el prestigio que tenía la antigua iglesia de San Martín. Con este motivo, fueron traídos desde Roma, por Mons. Jorge Ablewicz, las reliquias de San Martín. La parroquia fue erigida por segunda vez el 4 de octubre 1980.
Esta iglesia es un precioso monumento antiguo de la diócesis de Tarnów: de una sola nave, con encofrado y tejado de madera, rodeado de unas galerías llamadas “soboty”. Su aspecto actual es el resultado de su reiterada restauración, pero en lo esencial permanece inmutable. Precisamente aquí, al pie del altar de este bellísimo templo, comenzó a vislumbrarse la vocación de Fr. Zbigniew Strzałkowski.
Zbigniew Adán Strzałkowski nació en Tarnów el 3 de julio de 1958. Al cabo de una semana fue bautizado en la basílica catedral de esta misma ciudad. Actuaron como padrinos: la hermana de su madre, María Nowak, y el hermano de su padre, Adán Strzałkowski. Todos los participantes de aquella ceremonia bautismal recuerdan que, al concluir ésta, la madre tomó en brazos al niño y lo colocó sobre el altar de Jesús Crucificado y, mientras oraba, lo ofreció al Señor. Nadie pudo imaginar que, con este gesto, se había cumplido la primera fase de los planes providenciales de Dios.
Se educó en su pueblo natal de Zawada, de donde provenían también sus padres, Estanislao Strzałkowski y Francisca Juana Wójcik. Toda su infancia transcurrió en una de las casas situadas en la ladera montañosa, con el número. Sus padres poseían tan sólo 1 ha de tierra, por lo que su padre tenía que trabajar además como cristalero. Su familia estaba integrada por cinco personas. Zbigniew era el más pequeño. Sus hermanos mayores se llamaban: Bogdan y Andrés. Todos se sentían unidos con los lazos del amor y respeto mutuos. Los momentos alegres, así como los tristes o difíciles, siempre eran compartidos entre los miembros de la familia. Lo que más influyó en la educación de los tres hijos y, más tarde, en el despertar de la vocación de Zbigniew, fue el clima de amor, paz, bondad y sencilla religiosidad que se hacían sentir en su hogar.