El testimonio de un padre polaco que un año antes de su jubilación por la influencia de los Mártires, intentó a pasar a la Orden Franciscana para convertirse en uno de los religiosos-misioneros y venir a las misiones a Pariacoto, al lugar donde trabajaron beatos Mártires, Miguel y Zbigniew.
¡Cómo empezó mi «aventura» con los Mártires! Es un poco larga la historia, pero intentaré acortarla. Durante 18 años fui párroco en la parroquia de San José en Mysłowice-Krasowy. El 5 de diciembre de 2015 el día de su beatificación era el momento de las visitas pastorales, en mi parroquia que comenzaba en 12:00. El mismo día leí en el periódico, que a las 10:00 a.m. hay una transmisión de la misa en la televisión polaca de la beatificación de los mártires polacos del Perú. Así que me decidí echar un vistazo. Logré ver la mitad de dicha ceremonia y me fui a la visita programada.
Al terminar mi labor, por la noche encontré un cuaderno limpio y decidí anotar todo lo relacionado con los mártires (lo tengo hasta hoy y estoy continuando mis notas sobre el tema) En aquel entonces pensé que eso fue todo, pero no, imposible!
Mártires se metieron a mi cabeza y no dejaba de pensar en ellos. Encontré el sitio web en Internet de los Franciscanos Conventuales de Cracovia, de la orden a donde ellos pertenecían y allí encontré más información. Además me puse en contacto tanto con los frailes franciscanos como con los familiares de los beatos Mártires.
De esta manera pude traer e instalar en mi parroquia las reliquias del primer grado de los Mártires (estos son pequeños fragmentos de sus huesos recogidos antes de su beatificación de sus restos mortales).
Luego, empecé a organizar las oraciones en nuestra parroquia a través de su intercesión, a la que asistía mucha gente. Pero eso no es todo. En enero de 2017, junto con mis amigos (éramos 7) fuimos por primera vez a Perú.
El objetivo de nuestra peregrinación, por supuesto, fue Pariacoto. Después de regresar, los Mártires no dejaban de actuar en mi vida personal.
Decidí unirme a la Orden de los Franciscanos Conventuales a la Provincia de Cracovia e ir en misiones a Perú. Obtuve permiso del P. El obispo quien aceptó mi decisión de retirarme del servicio del párroco y en junio de 2017, me despedí de mis feligreses y 4 de Agosto de 2017 fui en misión a Perú. Estuve en 3 parroquias dirigidos por los Padres Franciscanos: de Lima, Chimbote y Pariacoto.
Aquí quisiera volver una vez más a la fecha del 5 de diciembre de 2015 y a la transmisión televisiva de la Beatificación.
Cuando volví a Perú y les dije algunos de hermanos franciscanos de aquí sobre esta transmisión que vi en Polonia a las 10 am, dijeron que debía haber confundido algo porque a las 10:00 se llevaba a cabo la ceremonia en Chimbote y en Polonia lo estaban transmitiendo a las 4:00 p.m.
Sin embargo, yo no me confundí en nada: la vi a las 10:00 en la televisión polaca e incluso lo anoté en mi cuaderno, el mismo que mencioné. Y esto es para mi un misterio para el que no encuentro ninguna explicación. Pero con Dios no hay cosas imposibles. Después de una estadía de seis meses en Perú, por razones de salud, tuve que volver a mi país, pero los Beatos Mártires todo tiempo están en mi vida y me siguen «sorprendiendo».
Lo que estoy escribiendo ahora son mis pensamientos muy personales, pero los comparto con mucho gusto con ustedes.
Lo que más me impresiona en la vida de los Beatos Mártires: es que ellos se quedaron en Pariacoto y con la gente de su misión hasta el final. Podrían haber escapado de allí cuando se enteraron lo que estaba sucediendo allá en Perú, y sin embargo se quedaron con sus feligreses hasta el final; no los dejaron solos, sabiendo que podían perecer.
Esto se parece a la parábola del Buen Pastor que no abandona a sus ovejas en el momento del peligro, sino se quedan con ellas hasta el final.
¿Cómo su vida influyó en mi historia personal? Me resulta difícil enumerar todos los detalles. Solo diré una cosa: miro el mundo de manera diferente, a las personas que veo todos los días.
Me encuentro en mi camino, sé que vale la pena renunciar lo que tal vez me guste. Sé que el amor por la gente puede ser no solo en palabras vacías, pero debe ir seguido de gestos específicos. Yo también sé que la vida no solo es el llamado «efectivo» porque puedes tener mucho y ser infeliz. Soy feliz con cada día que recibo de Dios y le agradezco por esto.
El propósito de la misión, de los Beatos Mártires, era evangelizar a esta gente, la caridad y la administración de los sacramentos para la Gente hambrienta de Dios. Ellos fueron los que no solo les hablaron acerca de Dios y su amor, pero lo demostraron con sus hechos y sobre todo con su propia postura hasta la muerte de un mártir. Aunque ya no estoy en Perú, sino en Polonia, tengo todo el tiempo contacto con los Padres Franciscanos del Perú y no solo con los de Perú, pero también los de Polonia. Los Beatos Mártires todavía están en mi vida, a menudo comparto con los demás, sobre mi experiencia de misiones en Perú. Estoy rezando por la intercesión de los Mártires por mí mismo y por mis familiares. Sé que ellos me acompañarán el resto de mi vida.
Este es mi testimonio. Quizás algún día le sean útiles a alguien. Bienaventurados Mártires, intercedan ante Dios por todos los que leerán este testimonio.
Paz y Bien desde Polonia!
P. Wiktor Zajusz
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